
Por Juan José Gutiérrez*
Los Ángeles, Cal.- La generación Z de México convocó para 15 de noviembre a una marcha bajo el argumento de que es necesario que el gobierno tenga más energía contra los carteles de la droga, generadores de violencia y desorden social que operan el territorio nacional.
Asimismo, mexicanas y mexicanos residentes en Los Ángeles anunciaron que ese día efectuarían un plantón frente al Consulado General de México de esta ciudad para hermanarse con los manifestantes en la capital azteca y hacer eco de sus consignas y demandas. Habrá que analizar por qué a esta convocatoria no la hizo suya nadie a pesar de que recibió inusual publicidad en los medios de difusión angelinos.
Quienes nos hicimos presentes en ese vaticinada como trascendente gesta político social de la juventud mexicana migrante tuvimos que retirarnos con muy mal sabor de boca porque al igual que en Madrid y en múltiples ciudades mexicanas la tan anunciada jornada de protesta no se llevó a cabo por falta de asistentes. Un fracaso rotundo con un gran significado.
Por otro lado, nos satisfizo que en México asistieron no menos de cien mil personas a la marcha de la Generación Z y del movimiento Sombrero, para reivindicar al asesinado alcalde de Uruapan, Carlos Manzo, que constituyó el más numeroso contingente. La caminata arrancó en el Ángel de la Independencia, siguió por las avenidas Reforma, Juárez. Madero hasta desembocar en el Zócalo. Según información compartida con quien esto escribe por un asistente a esa parada, por más de una hora la muchedumbre marchó en paz.
Esta marea humana acusó a Morena y al gobierno de la presidenta Sheinbaum de tener nexos con el narco y exigió la reivindicación de la figura del asesinado alcalde de Uruapan.
Aunque esos calificativos emergieron de derechistas y ultraderechistas, es una narrativa cada día más extendida en el país. Hay que recordar el credo de Goebbels, el principal propagandista de Hitler: cuando una mentira se repite termina asumiéndose como verdad. ¡Cuidado!
Por tanto, es inaplazable terminar esas difamaciones con verdades, con hechos consumados. En ese sentido, la depuración de Morena es impostergable. Es de conocimiento público que este partido ha sido infiltrado con todo tipo de malandrines del Revolucionario Institucional (PRI), Acción Nacional (PAN) y el ya desaparecido Partido de la Revolución Democrática (PRD). Miembros de esos institutos políticos con cuestionado palmarés aprovecharon la coyuntura del surgimiento del partido para adentrarse en sus filas.
Es fundamental que la dirigencia del Partido tenga conciencia de la necesidad de cerrar filas y extirpar a esas manzanas podridas que pueden infectar a todo el cuerpo partidista e iniciar la debacle como ocurrió con el PRD, proceso de involución que ocurre con tricolores y azules, que tienen cada vez menos aceptación y credibilidad popular.
Precisamente, los convocantes de la marcha, de la extrema derecha y derecha nacional – apoyados por sectores internacionales del conservadurismo fascista- han usado como estandarte al fallecido alcalde de Uruapan, Carlos Manzo, para arremeter contra el gobierno de Sheinbaum y la 4T. Se agarran de un muerto para impedir llegar a la sala de terapia intensiva, donde tendrán luz verde para su proceso de desaparición, como ocurrió con el PRD. Apelan a Manzo para no morir.
Volviendo a Morena, llegó el momento de extirpar a los execrables enquistados en sus filas. El comité ejecutivo nacional no puede hacer caso omiso a esta exigencia de los miembros de partido guinda y que fue manifestada por los ciudadanos que marcharon en la capital de la República.
Es justo resaltar que los marchistas, jóvenes y los no tan jóvenes pertenecen a la derecha y extrema derecha y por ello sus expresiones para que Trump ordene la invasión a México para acabar con los narcos. No faltaron las imágenes de la Virgen de Guadalupe y los cánticos a la “guadalupana, la guadalupana” y sus deseos de volver al poder.
SALINAS PLIEGO, AL FRENTE DE LA CONJURA
Cabe recordar que atrás de esta marcha se encuentran magnates mexicanos encabezados por Ricardo Salinas Pliego, titular de TC Azteca, quien con esto recurre a la presión política para eludir un pago de impuestos de 48 mil millones de pesos, como lo dispuso la Suprema Corte. Y tiene más adeudos.
Sin embargo, lo que inició de manera pacífica, tranquila, en el Zócalo irrumpieron los extremistas de la anarquía. Con el rostro cubierto, lanzaron petardos contra las vallas y uniformados y usaron esmeriles eléctricos, tijeras corta cadenas y cuerdas para derrumbar las protecciones de acero del Palacio Nacional. Los policías los contuvieron con gases lacrimógenos. La reyerta duró más de dos horas. La intención de esos grupos de choque era entrar al Palacio Nacional y crear incendios, intención mostrada a lo largo de la semana en millones de mensajes pagados por derechistas en redes sociales, donde se veía la sede presidencial en llamas.
Las fuerzas del orden actuaron con mesura si se toma en cuenta que los provocadores estaban armados y tuvieron como objetivo dañar la sede presidencial.
Los encapuchados anarquistas integran el “bloque negro” y con sus acciones violentas deslegitimaron la protesta pacífica en las que se insertaron. La autoridad reportó 40 detenidos y 100 policías agredidos, 40 de los cuales fueron llevados a un nosocomio. Hubo una cuarentena de detenidos, a varios de los cuales se les ha acusado de intento de homicidio. Son investigados a fondo.
Es muy importante que la autoridad investigue a los agresores para saber a qué intereses responden ya que en anteriores marchas han quemado negocios y saqueados comercios con pérdidas multimillonarias, vandalizan monumentos y edificios históricos y se enfrentan a la policía. Son de ponderar las tesis de la presidenta Sheinbaum, quien dijo que no caerán en provocaciones. La titular del gobierno capitalino, Clara Brugada, fue tajante: No habrá impunidad en este episodio. Ambas han sido precisas: hay libertad de expresión, pueden llevarse a cabo marchas, pero dentro de los cauces legales.
Son grupos que en apariencia buscan visibilizar el descontento social, pero su trasfondo es desestabilizar al gobierno de la 4T.
Si esta violencia terrorista hubiese ocurrido en los tiempos del PRI y del PAN, sin duda ahorita estaríamos contando muertos y desaparecidos a manos de las autoridades federales y de la Ciudad de México.
Sin duda, esta provocación fue planeada, articulada, organizada y financiada por la ultraderecha política. Sin embargo, hay que ponderar la actitud pacífica de miles de manifestantes con planteamientos válidos, que deben ser asumidos de la mejor manera por la presidenta Sheinbaum y los miembros de la 4T y dar paso a la autocrítica y poner orden en casa, caiga quien caiga.
Reporteros que tienen 40 años cubriendo marchas, como Alejandro Meléndez, del medio Periodistas Unidos, dijeron que en la marcha sabatina hubo elementos novedosos, ya que fueron identificados miembros del crimen organizado como parte del “bloque negro”. Además, medios de comunicación pasaron imágenes en vivo de la agresión de los encapuchados y en ese momento afirmaban que estaban siendo reprimidos, lo que confirma la especie de que se trató de una confabulación de televisoras y periódicos, marchistas y grupo de choque contra el gobierno. El comunicador hizo notar que operativos similares se han realizado en diversos países tendientes a derrocar a gobiernos opuestos a los intereses conservadores. Y advirtió que marchas de este tipo seguirán sucediéndose en México ya que el propósito es que haya muertos para armar un movimiento nacional que saque a la 4T del poder.
AUTOCRITICA GUBERNAMENTAL, NECESARIA
Ante las circunstancias, llegó el momento de una profunda autocrítica al interior del Gobierno de México y de todos los niveles de Morena, para depurarse a fin de seguir fortaleciendo la propuesta de la transformación, que dentro y fuera del país quiere ser eliminada.
Es un modelo que funciona por su visión y compromiso social. Una prueba evidente es que más de 13.4 millones de mexicanos han salido de la pobreza en los 7 años de la 4T, entre un largo catálogo de logros.
México es grande, está nutrido por culturas milenarias que son factores de envidia alrededor del mundo, tiene existen cuadros altamente calificados y comprometidos para encontrar las impostergables soluciones a la infinidad de problemas y retos que enfrenta la nación enfrenta.
Las y los mexicanos residentes en el exterior, desde siempre nos hemos manifestado comprometidos con el destino de la nación, y de ahí nadie, ningún poder, podrá apartarnos de ese pensamiento y acción.
Queremos, además, ser valladar para impedir que el poder económico se funda con el poder político para saquear a México. Con la marcha de este día se quitaron la careta y enviaron el mensaje de que cueste lo que les cueste, incluso la violencia y sus secuelas, quieren volver a gobernar a México.
No lo vamos a permitir.
Juan José Gutiérrez es el director Ejecutivo de la Coalición Derechos Plenos para los Inmigrantes.
Domo de Cristal
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