
Historias de vida
Por José Sobrevilla/Raúl Fraga/Contextos
“Mi padre era buen orador, y siempre trabajó con los movimientos sociales de izquierda. Era un campesino comprometido con los problemas de la sociedad −en su momento−, en un estado, Guerrero, con grandes rezagos”, nos comentó en esta entrevista el Dr. Gabino Solano Ramírez, catedrático de la Universidad Autónoma del Estado de Guerrero, UAGro, Investigador de Tiempo Completo, Licenciado en Economía, Maestro y Doctor en Ciencia Política por la misma universidad, el 25 de septiembre 2025, durante una entrevista en “establecimiento decente” (como dice nuestro amigo periodista y escritor Fred Álvarez), una noche en la Costera Miguel Alemán del siempre bello Puerto de Acapulco.
Cuando los movimientos de izquierda −afirmó− iban a la Costa, a Ometepec, él era un activista, y siempre nos impulsó a ir a la escuela, porque él no pudo hacerlo y siempre quiso que nosotros estudiáramos. Eso, desde que tengo memoria, −de cuatro a cinco años− me vinculó a la izquierda, siempre viviendo experiencias de luchas dentro de la izquierda. Eso lo tengo muy muy presente; y, desde que pudimos votar por esa tendencia, por el Partido de la Revolución Democrática (PRD) en su momento, por la Unidad Popular Guerrerense, UPG, y ahora Morena, ahí estamos.
Nos comentó de su participación política en el PRD en 1999 por el Distrito 18 de El Coloso, durante la lucha por las alcaldías en tiempos cuando Amalia García Medina era presidenta del partido (…) “A instancias de Pablo Sandoval Ramírez me quitaron la candidatura y fue cuando me desencanté de la política y me dediqué a la academia.”
Fue así que de 2002 a 2004 cursó su maestría, y de 2007 a 2009 un doctorado, colaborando en la creación del área de la Ciencia Política en la Autónoma de Guerrero, en el Instituto Internacional de Estudios Políticos Avanzados “Ignacio Manuel Altamirano”, IIEPA IMA, de la misma Universidad, desde donde contribuyó con el trabajo, el esfuerzo, de crear la Licenciatura y Maestría en Ciencia Política, “ahí tuve la oportunidad de coordinar (2014-2017), esta maestría y la oportunidad de registrarla en el Sistema, en aquel tiempo el Programa Nacional de Posgrados de Calidad del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, ConacyT”.
Al ver que no había estudios sobre la violencia en el estado, la propia dinámica social guerrerense llevó al doctor Gabino Solano a realizar investigaciones al respecto; esto a instancias de una consultora que andaba buscando quién hiciera la parte académica del problema. “En ello me involucré en el 2011-2012 y, gracias a ese ímpetu, fuimos construyendo un equipo del cual ya somos varios trabajando el tema; así fue como pudimos vincularnos a la Facultad de Derecho del Puerto, donde empezamos a colaborar con América Bautista, entonces directora; con el rector, doctor Javier Saldaña Almazán, y fundamos la Maestría en Estudios de Violencia y Gestión de Conflictos.
En aquel tiempo, −no sé ahora− era el único posgrado que tenía como objeto de estudio las violencias; sé que ahora hay grupos de investigación en Sinaloa, Guadalajara, Guanajuato; hay más espacios que han empezado en Zacatecas… en Veracruz está el Dr. José Alfredo Zavaleta Betancourt, pero ha sido con la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, Flacso con la que hemos tenido vínculos.
Empezamos en el 2022 con la maestría, y posteriormente, en el 2024, creamos el doctorado ya a ese nivel: Doctorado en Estudios de Violencias y Derechos Humanos; esa fue la parte académica en Derecho, desvinculada un poco del IIEPA, pero todavía colaborando ahí con la Maestría en Ciencia Política, y, a instancias de la directora en ese tiempo, de América Bautista, creamos la Licenciatura en Derechos Humanos, en modalidad virtual, cuya línea de investigación y el último posgrado que fundamos es la especialidad en Identificación Humana, que está también ahí en Derecho.

En este mes de septiembre comenzamos los cursos, fue por un pedido que le hicieron al rector, la entonces fiscal de aquí, del estado, Sandra Valdovinos; lamentablemente renunció, quedó ahí el proyecto, pero lo echamos a andar, y va caminando bien; entonces esa es en síntesis de cómo han sido mis 29 años de servicio y también un poco pegado ahí a la lucha política, pero hoy canalizamos ese ímpetu a través de proyectos de investigación.
Acapulco por la paz
Comentó el doctor Gabino Solano que, cuando comenzó en 2012 sus trabajos de investigación (de la violencia en Guerrero), se dio cuenta de que el problema no se resolvería en el corto plazo y, a través de agencias, empezaron a llegar preocupaciones de organismos civiles que venían al Estado a trabajar con los gobiernos estatal y municipal… había el programa Subsemun (Subsidio para la Seguridad en los Municipios), y era evidente que era más administrativo, burocrático, y que no entraban al fondo del problema. Además, el tema presupuestal no daba para hacer algo profundo, y lo que hacían era para la prevención de las violencias.
Por ahí se empezó a forjar un colectivo civil que encabezó la iglesia católica, con monseñor Carlos Garfias Merlos, que ahora es arzobispo en Morelia, Michoacán, y echó a andar lo que se conoció como “Acapulco por la Paz”. A instancias de él, empezaron a llegar −porque era un líder muy carismático y comprometido− colaboraciones y la iglesia operó acciones de acompañamiento espiritual, donde la gente iba y la apoyaban psicólogos y abogados, esto “me generaba la inquietud de que la universidad no estaba presente, y mirábamos internamente; sin embargo, teníamos claro que, para echar a andar una línea de investigación, necesitabas, mínimo, infraestructura, redes, capacidades académicas, y, por supuesto, un proyecto.
Fue así que desarrollaron infraestructura para proyectos, de los cuales tres los ganaron en el Conacyt, y consolidaron un equipo que inicialmente eran personas de afuera; se instalaron en Guerrero; “ahí llegó Mariela Díaz, después Evelin Mejía y otras colegas, que hoy ya sumamos ocho. Nos fue bien. Afortunadamente sumamos como ocho millones de pesos y conseguimos montar un laboratorio, que hoy es un Observatorio de Violencias.
“Con la llegada de colegas, que vinieron a través de instancias postdoctorales, cátedras, o simplemente instancias de investigación, formamos un grupo, un núcleo duro interno… un segundo grupo de la universidad que no estaba tan vinculado con el tema; y en el 2019 pensamos en construir una red académica para analizar el tema, en la que pudieran colaborar gente de fuera, y ahí nació la Red Latinoamericana de Estudios Subnacionales. El tripié lo formaban las redes de colaboración, infraestructura y proyecto, y nos invitaban a participar en diplomados, talleres; esfuerzos que hacían los jesuitas aquí en la Universidad Loyola y la iglesia, a través de un programa que impulsaron, que se llamó ‘Guerreros Primero’.
− ¿Dónde se desarrollan los egresados de esa maestría? ¿En qué trabajan?
La mayor parte trabajan en organizaciones sociales. El perfil de la mayoría de los estudiantes es Psicología, Derecho o Ciencia Política, casualmente no es Sociología, que es lo que analizamos; entonces, la mayoría de los estudiantes está vinculado a organizaciones civiles o sociales. Otros son profesores que se actualizan, un rango más son los que se viene para acá, y otros siguen su camino hacia la academia. Lamentablemente, como todo, el mercado laboral es complejo, no tenemos un servicio profesional de carrera; sin embargo, hay instancias, por ejemplo, como la Comisión Estatal de Búsqueda, como la Comisión de Defensa de los Derechos Humanos en el Estado de Guerrero, Codehum, como la parte de la gestión de los conflictos en los gobiernos, donde, de alguna manera, enviamos a los estudiantes a hacer sus prácticas. La primera generación acaba de salir, pero ha sido interesante la posibilidad de fortalecer estos espacios.
− ¿Cuentan con convenios de intercambio o colaboración con instituciones de otros países?
Formalmente con quien teníamos, o tenemos vínculos, es con la Universidad Externado de Colombia, básicamente con el Centro Nacional de Memoria Histórica. Ellos vinieron, incluso, a darnos un taller; y ahí, en Externado, está un Centro de Investigación en Política Criminal. Ellos son especialistas en Derecho, y cuando hemos podido ir, por ejemplo, uno de nuestros estudiantes, José Antonio Sandoval hizo estancia allá, y con él hemos logramos echar a andar un diplomado en Gestión de Conflictos, con el que se tituló.
Ahorita estamos trabajando vínculos con la Universidad de Girona, España. Ellos están investigando temas de violencias y memoria; su vicerrector estuvo en este verano por acá, en Acapulco, y estamos preparando ese tipo de cosas. A nivel nacional, nuestros estudiantes tienen la oportunidad de ir a la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, Flacso, donde colegas colaboradores abren puertas; también a Guanajuato, a la UNAM, obviamente hay buena comunicación con varios colegas que trabajan estos temas. Cuando empezamos el doctorado nos lo planteamos: ‘Un doctorado que no tenga vínculos con el mundo no tiene muchas posibilidades de crecer’.
“La falta de laboratorios la suplimos con convenios, vínculos, por ejemplo, la especialidad está vinculada con el Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social, CIESAS, de Tlalpan; ellos tienen un super laboratorio de investigación y, ahora que hagan sus prácticas, tendrán que ir allá, o traeremos a los expertos aquí a Acapulco”, respondió el Dr. Solano al colega periodista Raúl Fraga.
El primer libro nacido de estos trabajos, comentó, fue coordinado con la doctora Margarita Jiménez Badillo, y se tituló: “Sociedad Política y Violencia desde el Pacífico Mexicano”; posteriormente, se han hecho reflexiones sobre el COVID, la pandemia; las consecuencias no solo físicas, mentales, sino también sociales que nos dejó el huracán. Estimulamos a los estudiantes para que desarrollen trabajos de investigación. Hay dos libros más que se han forjado con seminarios que hemos trabajado con ellos.
Relaciones peligrosas
La gran incógnita del tema de las violencias es cómo se conecta la actividad criminal con los actores políticos y los actores civiles. Esas conexiones que un colega brasileño, Michel Misse (Universidad de Zulia), le llama relaciones peligrosas. Cuando Misse estudiaba en Rio de Janeiro la violencia, se cuestionaba estos vínculos y al final titulaba a estas “relaciones peligrosas”, cuyo resultado era la sujeción criminal, es decir, el paulatino dominio de los intereses criminales en las funciones del Estado; así lo titula. Sin embargo, otros autores le pueden llamar “gobernanza criminal”, “cohabitación criminal”, la captura del Estado, tal como desde los noventas lo estudiaba el Banco Mundial, siempre externo a esa preocupación.
El fondo de todo es cómo podemos aproximarnos a la emergencia de un desaparecido, una persona desplazada, lo que este autor también llamó ‘mercancía política’, porque el actor criminal va en busca de lo que le genera ganancia, pero necesita del permiso, de la omisión de un actor estatal, para que pase un filtro carretero; por ejemplo, en el mercado ilegal de madera, en nuestra entidad, la alta explotación de bosques en la Sierra de Guerrero, que es madera que baja de manera ilegal, y se vende en la Ciudad de México, Cuernavaca, y de ahí para el mundo.
¿Qué viene para Guerrero en materia de seguridad, de violencia, de derechos humanos?
Cuando se dio la alternancia democrática, cuando pierde el PRI, en 2000 a nivel nacional, y en 2005 en el Estado, con Zeferino Torreblanca se luchó mucho por tener elecciones limpias, porque antes estaban cooptadas por los poderes tradicionales (…) luchamos por el cambio, pero no supimos darle contenido y las élites que llegaron tampoco le dieron ese contenido: Zeferino pactó con el PRI y con Figueroa; de hecho lo alaba como “un buen exgobernador”; en una entrevista última dijo que Evelyn Salgado debería de platicar con él y con Figueroa (…) para que veas en qué terminó la alternancia; es decir, hubo un cambio de partidos al estilo Gato Pardo, y las estructuras autoritarias están vigentes. El próximo año cumpliremos 20 años en Guerrero, desde el famoso garitazo cuando era presidente Municipal Félix Salgado aquí en Acapulco, ahí empezó la broma, y bueno, a nivel nacional con Felipe Calderón. Ver video.
Entrevista realizada en un restaurante bar de la Costera Miguel Alemán de Acapulco, Guerrero el 25 de septiembre 2025.
Domo de Cristal
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