HomeOpiniónEn 1982 economía MMH y 2030 seguridad Harfuch

En 1982 economía MMH y 2030 seguridad Harfuch

Staff Domo de Cristal
García Harfuch

Así lo dice La Mont

JLP al PRI: En junio de 1981 después que el director de Pemex Jorge Díaz Serrano anunciara de manera unilateral la baja de la denominación en precio del petróleo el presidente José López Portillo anticipó qué su candidato en la sucesión sería de perfil económico más que un tema de seguridad. Implícitamente destapó al secretario de Programación y Presupuesto Miguel de la Madrid en lugar de su candidato original y presidente del CEN del PRI Javier García Paniagua padre del actual secretario de Seguridad Ciudadana Federal.

Casi medio siglo después 2030 México deberá responder a una espiral delincuencial que llevaría a la Comandanta de las Fuerzas Armadas a inclinar la balanza por el nieto del General y titular de Sedena 1964 -1970. Marcelino García Paniagua e hijo del Subsecretario de Seguridad de Gobernación Javier García Paniagua. Está es la trayectoria del tercero de la dinastía Omar García Harfuch cuya trayectoria en la inteligencia y la coordinación interinstitucional genera atención no a nivel nacional como en el ámbito de la colaboración bilateral con Estados Unidos. Desde la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), Harfuch estableció una estrategia que busca desarticular la estructura operativa y financiera de las principales organizaciones criminales del país como dirigió golpes a diversos cárteles de la droga.

Uno de los blancos principales es el Cártel de Sinaloa, contra el cual se ejecutaron operativos de gran envergadura. Las acciones resultaron en la detención de figuras clave y operadores logísticos, como ocurrió con «El Limones», líder criminal en Durango vinculado a la célula de «Los Cabrera» del Cártel de Sinaloa. Esta detención fue presentada como un «golpe directo» a la estructura operativa y financiera de los grupos delictivos, debilitando su capacidad de extorsión y violencia. Las cifras de decomiso y desmantelamiento fueron significativas, incluyendo toneladas de drogas, miles de pastillas de fentanilo, aseguramiento de armas de fuego y la inhabilitación de laboratorios clandestinos, especialmente en Sinaloa. Otro grupo criminal afectado por las operaciones coordinadas es el Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG) y organizaciones como el Cártel del Noreste (CDN).

En el caso del CDN, se informó sobre las detenciones de líderes criminales en Nuevo León, en operativos que involucran a autoridades federales y estatales. Estas acciones buscan impactar a las redes de extorsión y a los generadores de violencia que operan en diferentes regiones del país. Los golpes no se limitan a la captura de personas, sino también incluyen la afectación económica, como el bloqueo de cuentas bancarias por parte de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) a círculos cercanos de operadores criminales, debilitando sus finanzas.

Dirección: El alcance de la SSPC para ejecutar estos operativos de alto impacto está íntimamente ligado a su relación con los titulares de las secretarías de la Defensa Nacional y Marina. Harfuch enfatiza la importancia de la «absoluta coordinación» con estas instituciones castrenses, a las que califica como pilares que velan por el bienestar de los mexicanos. Esta coordinación es un elemento central en la estrategia de seguridad, que incluye el fortalecimiento de la Guardia Nacional dentro de la Sedena, una postura que Harfuch sostiene.

La colaboración se traduce en el despliegue de elementos militares y navales en los operativos contra el crimen organizado, aportando un estado de fuerza superior y un andamiaje adecuado a las áreas sustantivas de investigación e inteligencia. Esto se observa en acciones específicas como el «Plan Michoacán», donde se refrendó con la coordinación entre el gobierno federal (SSPC, Sedena y Semar) y el gobierno estatal para abordar la seguridad.

Esta interdependencia y apoyo mutuo son esenciales para contrarrestar el poder de fuego y la infraestructura de la delincuencia organizada en diversas comunidades del país. En el cambio de administración, Harfuch aseguró la continuidad en las políticas y estrategias de seguridad, lo que implica mantener y fortalecer esta alianza con las Fuerzas Armadas.

Otra opinión: En el ámbito internacional, el titular de la SSPC sostiene reuniones clave con funcionarios de Estados Unidos, lo que subraya la naturaleza bilateral de la lucha contra el crimen transnacional, el narcotráfico y el flujo de armas.

Entre los funcionarios estadounidenses con los que Harfuch se reúne resaltan representantes de los departamentos de Justicia y Estado, así como la Agencia Central de Inteligencia (CIA), el Buró Federal de Investigaciones (FBI) y la Inteligencia Nacional de EE. UU. Estas reuniones se realizan en el marco de las conversaciones de seguridad bilateral y tienen como objetivo dar seguimiento a acuerdos de cooperación.

La colaboración con el FBI, por ejemplo, es destacada por funcionarios de la agencia, reconociendo reuniones con Harfuch para fortalecer lazos de seguridad. Este diálogo se realiza bajo los principios de respeto a la soberanía, confianza mutua y cooperación sin subordinación, según lo sostiene la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE).

La agenda binacional se enfoca en abordar temas de seguridad fronteriza, y la colaboración es fundamental para ejecutar órdenes de investigación o detención, con un flujo de información inmediata entre autoridades mexicanas y estadounidenses para proceder conforme a los protocolos establecidos. Estas interacciones son una muestra del compromiso por enfrentar los desafíos de seguridad que impactan a ambas naciones, manteniendo un frente unido contra los grupos criminales y sus operaciones transfronterizas.

Por: Federico La Mont

No hay comentarios

Domo de Cristal