
Sonora Power por Demian Duarte
El gobernador de Sonora, Alfonso Durazo Montaño, está determinado a tener un cierre fuerte de su administración y busca los mejores resultados a partir de las diversas estrategias que diseñó para recolocar a la entidad como uno de los estados líderes en el espectro nacional.
Sonora en realidad tiene muchas fortalezas, una economía altamente diversificada, una intensa relación con el suroeste de los Estados Unidos, industrias fuertes como la minera y la automotriz y sus redes de proveeduría.
El detalle en los sexenios anteriores es que a Sonora se le acumularon el abandono y el olvido y Durazo apostó su carta más fuerte, que es la relación que tiene con el centro del país, es decir con las autoridades del gobierno federal.
Hay que decirlo, el gobernador de Sonora es una persona con muchas conexiones en las estructuras del poder político a nivel federal y conoce desde la base a las instituciones de gobierno.
Él mismo durante más de 40 años tejió hilos y relaciones antes de regresarse a Sonora y desde el estado hizo nuevas relaciones, para que al final de cuentas su presencia y capacidad de gestión, sean consideradas algo indispensable por la propia presidenta Claudia Sheinbaum Pardo.
En el libro “Diario de una Transición Histórica”, el gobernador de Sonora es el personaje más mencionado, solo detrás del expresidente Andrés Manuel López Obrador, y está claro que esto tiene que ver con su papel de presidente del Consejo Nacional de Morena y con su rol como gobernador del estado que tiene quizá más atención de la federación.
El tema es que toda esa atención de la ahora presidenta, el gobernador debe canalizarla al cierre de su gobierno.
Durazo Montaño entregará el cargo el 13 de septiembre del 2027, su visión es que quién le suceda, asuma que se trata de una gubernatura de solo 3 años, en la que deberá edificarse el segundo piso de la transformación de Sonora.
Hay un antecedente directo de esto que les narro, y es el trienio que Alejandro Carrillo Marcor (1976-1979), quien dejó como sucesor ni más ni menos que a Samuel Ocaña García (1979-1985), gobernador muy querido y recordado en Sonora como una persona honesta, que gobernó y construyó instituciones, infraestructura y al estado moderno que hoy conocemos.
Pues bien, el plan de Durazo es construir un escenario parecido, él busca completar todos los proyectos que actualmente están en desarrollo, infraestructura, inversiones, desarrollo tecnológico y demás, el tema es que quién sea que le siga en el cargo, tendrá el viento a favor, es por eso que es muy importante asegurarse de que el sucesor esté en la misma sintonía y comprenda a cabalidad lo que representará gobernar Sonora de 2027 a 2030.
La cuestión es que quién lo haga, tiene la oportunidad de convertir a Sonora en el estado más importante en el desarrollo de México en esta nueva etapa.
La presidenta Sheinbaum lo sabe, el gobernador Durazo también.
Correspondencia a demiandu1@me.com | En X @Demiandu #SonoraPower
Domo de Cristal
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