
Sonora Power por Demian Duarte
Con tristeza y a la distancia, me entero del fallecimiento de la víctima número 24 del incendio en la tienda Waldo’s de Hermosillo. Observo cómo la indignación social por este trágico incidente sigue creciendo día con día.
Lo he dicho en entregas anteriores: es evidente que en Hermosillo y en Sonora las condiciones no estaban dadas para que algo así ocurriera, pero lamentablemente era inevitable, y sucedió.
Me he informado de muchos detalles. En la capital sonorense, por ejemplo, solo hay cuatro inspectores de Protección Civil para enfrentar el enorme reto de hacer cumplir las medidas y normas de seguridad. También supe que alrededor del 90% de los comercios y establecimientos incumplen con esas disposiciones, lo que revela un estado de indolencia generalizada, pese a la dolorosa experiencia de la Guardería ABC ocurrida hace 16 años, cuyas consecuencias aún resuenan.
Ayer jueves tuve la oportunidad de dialogar con la presidenta de la República y expresarle el dolor y la indignación que se viven en Sonora por este caso, que inevitablemente evoca las escenas de aquel trágico verano de 2009.
Sigo convencido de que la corrupción es la causa de fondo de este lamentable hecho. Una vez más, el incumplimiento de la ley, la falta de planes de contingencia vigentes y la ausencia de salidas de emergencia son las consecuencias visibles de esa corrupción.
Así se lo expresé a Claudia Sheinbaum. También le dije que existe confianza en que el gobierno de Sonora asumirá este caso con seriedad y determinación, y que procurará que se haga justicia.
La presidenta me señaló que hay tres factores fundamentales que deben cumplirse en este caso:
Atención adecuada a las víctimas y sus familias, un proceso que ya está en marcha.
Justicia, es decir, determinar quiénes son los responsables y aplicarles un castigo ejemplar.
Reparación del daño, de modo que las víctimas y sus familias sean resarcidas, en la medida de lo posible, por su pérdida.
Sheinbaum hizo además una reflexión importante:
“Es necesario deslindar responsabilidades. La primera responsabilidad es de quien tiene un negocio, y después la de la autoridad encargada de inspeccionar”.
Agregó:
“Más allá de eso, es importante revisar que las leyes sean adecuadas y garantizar que el trabajo de inspección se realice conforme a lo que establece la ley”.
La jefa del Ejecutivo federal aportó algo más: ante la evidente incapacidad del municipio y del estado para revisar, certificar y hacer cumplir la ley, es posible —como se hizo en la Ciudad de México durante su gobierno— recurrir a empresas especializadas y peritos externos para garantizar el cumplimiento de las normas. Este modelo funcionó con buenos resultados en la capital del país y debería aplicarse de manera urgente e inmediata en Hermosillo, si realmente queremos evitar que una tragedia como esta vuelva a repetirse dentro de unos meses… o incluso dentro de unos días.
El tema sigue abierto y dará mucho de qué hablar. Las palabras y la experiencia de la presidenta Sheinbaum pueden aportar claridad sobre lo que debe hacerse, tanto en el presente como en el futuro, en Sonora.
Correspondencia: demiandu1@me.com | En X: @Demiandu #SonoraPower
Domo de Cristal
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