Acaparamiento de agua también es factor para que México no cumpla la entrega del líquido a EE. UU
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Que México no haya podido cumplir con el compromiso de entregar agua a Estados Unidos no solo se debe a la sequía; también influyen factores como el acaparamiento del recurso, la presencia de cultivos altamente demandantes y la instalación de industrias con elevado consumo de agua.
La prolongada sequía que han sufrido los estados del norte del país no es la única causa por la cual México no ha podido cubrir las entregas de agua a Estados Unidos, tal como lo establece el convenio vigente entre ambas naciones desde 1944.
El acaparamiento ilegal de agua en Chihuahua —como la presa construida por el exgobernador César Duarte, que almacenaba millones de metros cúbicos para uso privado (ganadería y nogales) mientras diversas comunidades enfrentaban escasez— ha contribuido a la disminución del afluente del río Conchos. Este río es vital para el estado, pero se encuentra afectado por sequías, sobreexplotación y mala gestión, lo que ha llevado a niveles críticos en presas clave y a la cancelación de ciclos agrícolas, impactando la disponibilidad para todos.
El río Conchos es el principal afluente mexicano del río Bravo (conocido como Río Grande en Estados Unidos). Aporta un volumen fundamental de agua y se une a este último en la frontera, cerca de Ojinaga, Chihuahua, formando parte de la delimitación territorial entre ambos países.
¿Cómo afecta el acaparamiento?
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Desvío de agua: La construcción de presas y otras obras privadas sin permiso desvía y retiene el agua que naturalmente debería fluir hacia el río o distribuirse de manera equitativa, reduciendo el caudal.
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Impacto en la cuenca: El río Conchos es el principal afluente de Chihuahua y cualquier retención o mal uso dentro de su cuenca —que incluye ríos tributarios como el Florido, San Pedro y Chuviscar— disminuye el volumen disponible, especialmente en periodos de sequía.
Causas interconectadas de la crisis hídrica
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Sequía prolongada: El norte de México enfrenta sequías severas y persistentes.
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Sobreexplotación: Uso excesivo del agua para agricultura y otras actividades productivas.
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Cambio climático: Alteración de patrones de lluvia, cada vez más irregulares.
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Mala infraestructura y gestión: Falta de mantenimiento, corrupción y desabasto por sobredemanda.
Consecuencias
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Niveles críticos en presas: Infraestructuras como La Boquilla y Las Vírgenes han alcanzado mínimos históricos, lo que ha llevado a cancelar ciclos agrícolas.
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Desabasto para comunidades: Numerosas localidades se quedan sin acceso a agua potable.
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Problemas ambientales y sociales: Muerte de ganado, pérdida de cultivos y abandono de tierras.
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Impedimento para trasvases: El acaparamiento en Chihuahua dificulta los trasvases de agua hacia Nuevo León y Tamaulipas.
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Imposibilidad de cumplir el tratado: México no puede entregar el volumen acordado de agua a Estados Unidos.
En los últimos años, el estrés hídrico y el acaparamiento en diversas regiones del país han detonado conflictos sociales y disputas entre entidades federativas, como el actual enfrentamiento entre Chihuahua y Tamaulipas. Chihuahua se niega a enviar agua para los agricultores tamaulipecos, argumentando que gran parte del recurso está reservado para cumplir el Tratado Internacional de Aguas de 1944 y para consumo local.
El Tratado de Aguas Internacionales entre México y Estados Unidos, firmado el 3 de febrero de 1944, establece que México debe entregar agua del río Bravo, mientras que Estados Unidos debe entregar agua del río Colorado a México. El acuerdo especifica que la contabilidad de entrega se realiza en ciclos de cinco años y que, en caso de sequía extraordinaria, los faltantes se reponen en el ciclo siguiente. También establece que cuando la capacidad asignada a Estados Unidos en las presas internacionales se llena con agua de su propiedad, el ciclo concluye y los faltantes quedan cancelados.
En febrero de 2023, la Conagua reconoció que México tiene un déficit de 535 millones de metros cúbicos con Estados Unidos, lo que indica que en este quinquenio no se ha entregado ni la mitad del volumen comprometido.
Para comprender las causas del incumplimiento, es necesario referirse al mal manejo del agua en administraciones federales anteriores, donde han prevalecido actos de corrupción relacionados con concesiones otorgadas en una región donde el agua es escasa. En esta zona se ha creado un mercado negro del recurso, alimentado por falsificación de documentos, uso indebido de decretos presidenciales y entramados legales que permiten colocar pozos “dentro de la ley”, beneficiando principalmente a grandes empresas agrícolas vinculadas con el poder político.
Un ejemplo reciente de corrupción y acaparamiento en Chihuahua es la denuncia realizada por la Conagua, que informó que Alex LeBarón y familiares concentraron alrededor de 47 millones de metros cúbicos de agua mediante 150 concesiones otorgadas durante el gobierno de Vicente Fox, según indicó el titular del organismo, Efraín Morales López. Dichas concesiones fueron asignadas cuando LeBarón trabajaba en la misma dependencia, lo que permitió que él y su círculo cercano acapararan un volumen suficiente para abastecer a numerosas comunidades.
Chihuahua es el principal productor de nuez en México; sin embargo, este cultivo no es adecuado para una zona semiárida, debido a su enorme demanda de agua. Para producir un kilogramo de nuez se requieren entre 7,000 y 9,000 litros de agua; una cifra ampliamente citada es 9,063 litros por kilo, lo que coloca a este producto entre los más demandantes del recurso.
Otro factor que dificulta cumplir el compromiso de entrega de agua es la mala planeación en la instalación de industrias altamente consumidoras en regiones como Chihuahua, donde el estrés hídrico es crónico.
La planta de Heineken, inaugurada en 2018 cerca de la presa Francisco I. Madero —que capta agua del río San Pedro—, ha generado preocupación entre organizaciones y agricultores locales. Estos señalan que el consumo industrial del líquido podría agravar la escasez en una región ya afectada por sequías, comprometiendo el suministro para comunidades y para la agricultura que depende de los ríos Conchos y San Pedro.
La cervecera establecida durante el gobierno de Enrique Peña Nieto requiere entre 2.5 y 3 litros de agua para producir un litro de cerveza. Además, buena parte de la producción se exporta a Estados Unidos, lo que implica un desplazamiento del recurso hídrico que perjudica a agricultores locales y contribuye a la disminución del caudal del río San Pedro y del río Bravo.
En resumen
No solo la sequía prolongada ha impedido que México cumpla con la entrega de agua a Estados Unidos. También influyen el acaparamiento del recurso, la corrupción en concesiones hídricas, la presencia de cultivos e industrias altamente demandantes y la mala planificación en una región semiárida como Chihuahua.
Por: Eduardo Esquivel Ancona
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