
Sonora Power por Demian Duarte
La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo encabezó en el Zócalo capitalino una multitudinaria concentración para celebrar su primer año de gobierno, en un acto que reunió a cientos de miles de personas provenientes de todo el país.
El evento confirmó varios aspectos clave de esta etapa de su administración:
Primero, que el pueblo respalda a la presidenta, que los mexicanos creen en su visión y en su liderazgo.
Segundo, que al cierre de sus primeros doce meses de gobierno, Sheinbaum se consolida como la jefa del proyecto de la Cuarta Transformación.
Tercero, que el rumbo del país está claramente definido y sustentado en un modelo económico renovado, basado en el desarrollo industrial, la ampliación de la base económica y el fortalecimiento del mercado interno mediante la inversión en infraestructura y competitividad.
Cuarto, que la estrategia de seguridad ha mostrado resultados tangibles, con una reducción del 32% en homicidios a nivel nacional, y con avances regionales significativos, como el 45% de disminución en entidades como Sonora, históricamente consideradas de alta incidencia.
Quinto, que la estrategia económica tiene un doble propósito: impulsar el crecimiento y, al mismo tiempo, mantener la movilidad social, que en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador permitió sacar a 13.5 millones de personas de la pobreza, reduciendo del 46% al 29% la población en esa condición, herencia del periodo neoliberal.
El nuevo reto —dijo— es lograr que al final del sexenio otro número importante de mexicanos abandone la pobreza.
Sheinbaum comentó en diálogo reciente que no habrá cambios en el modelo económico, pues está convencida de los principios del Humanismo Mexicano, la Economía Moral y de que “no puede haber gobierno rico con pueblo pobre”.
“En pocas palabras —afirmó—, ese es nuestro modelo”.
La presidenta adelantó que, a partir de este segundo año, su plan contempla fortalecer las obras de infraestructura, con proyectos de trenes de pasajeros, carreteras, puertos, aeropuertos, así como obras de agua y saneamiento.
“Hay un programa muy claro de obras estratégicas para este sexenio, y muchas de ellas abrirán la puerta al siguiente. Incluye infraestructura energética con Pemex, CFE y los contratos privados eléctricos, que representan el 46% de la generación nacional”, explicó.
En cuanto al Plan México, señaló que busca fortalecer la producción nacional, tanto para el mercado interno como para la exportación.
Destacó los avances de los 15 Polos de Bienestar, incluidos los impulsados por la Secretaría de Marina en el sur-sureste del país, los cuales estarán plenamente operando a inicios de 2026.
Sheinbaum se mostró optimista respecto al avance de la política comercial exterior, particularmente en los acuerdos con Estados Unidos, Europa, China y otros países de Asia.
En el caso estadounidense, dijo estar convencida de que habrá un buen acuerdo, lo cual ayudará a superar la incertidumbre económica que ha limitado la expansión en este primer año.
En el ámbito interno, enfatizó que su gobierno continuará con los programas de bienestar como pilar del desarrollo.
“Se mantienen y fortalecen los Programas de Bienestar. El próximo año iniciaremos una beca gradual para primaria, nuevos proyectos para jóvenes, además del programa de vivienda y la ampliación del número de preparatorias y universidades”, detalló.
Asimismo, anticipó que a partir de enero se pondrá en marcha una estrategia integral de salud, para que los derechohabientes de cualquier sistema —IMSS, IMSS Bienestar, ISSSTE o subsistemas estatales— puedan atenderse en cualquier hospital público, bajo el principio de que la salud es un derecho universal.
“La instrucción es clara —subrayó—: seguimos adelante con nuestro modelo económico”, reafirmó Sheinbaum.
En su mensaje en el Zócalo, la mandataria reiteró que en México manda el pueblo y que se acabaron los privilegios:
“Los conservadores quisieran que olvidáramos cómo se vivía antes: presidentes rodeados de lujos, gobiernos alejados de la gente, fortunas construidas al amparo del poder público. Pero eso se acabó. En este México nuevo, la honestidad no es la excepción, es la regla. Quien traicione o robe al pueblo, enfrenta la justicia”.
Agregó que “el poder no es para enriquecerse, sino para servir con humildad. Los recursos públicos son sagrados y se devuelven al pueblo en derechos, programas sociales y obras estratégicas para el desarrollo nacional”.
Recordó que entre 1982 y 2018, México vivió “la oscura noche del neoliberalismo”, donde los gobiernos gobernaban para unos cuantos, mientras millones quedaban en el abandono.
“En 2008 la pobreza alcanzó al 45% de la población; ese fue el rostro de la injusticia y los privilegios. Esa es la realidad que heredó la Cuarta Transformación, y la que decidimos cambiar”, afirmó.
“Miren la hazaña: a diferencia de ese 45%, hoy la población en pobreza es del 29%.
Aún falta mucho por hacer para que ningún mexicano viva en la pobreza, pero estoy segura de algo: vamos por el camino correcto”, concluyó.
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Domo de Cristal
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