
Así Lo dice La Mont
Escenario: La entidad jalisciense se convirtió en un campo de batalla electoral, donde su gobernador Pablo Lemus Navarro y Morena se enfrentan duramente. Las recientes diferencias con marchas en Guadalajara no son solo protestas; se convirtieron en una disputa institucional y mediática.
El gobierno de Movimiento Ciudadano a través de Lemus, acusa directamente a Morena de usar «grupos de choque» para infiltrar marchas legítimas de estudiantes, feministas y ambientalistas.
La narrativa de MC es clara: la oposición busca sembrar caos e ingobernabilidad para minar la legitimidad de su administración antes de las elecciones de 2027. Alegan que el vandalismo es provocado intencionalmente para forzar una respuesta policial que pueda ser usada políticamente en su contra.
Morena responde con fuerza, al acusar al gobierno de Lemus de autoritario e intolerante. Su versión es que la violencia es resultado de la falta de sensibilidad del Ejecutivo y de una respuesta policial represiva.
Al señalar al gobierno como agresor, Morena se posiciona como el defensor de las libertades civiles y de la protesta social genuina. Esta tensión crece porque las marchas tocaron temas muy sensibles como la seguridad, feminicidios y proyectos urbanos polémicos.
El desafío del Crimen Organizado como el segundo y más grave problema que enfrenta Lemus es la expansión territorial del Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG), un fenómeno que creció dramáticamente durante el sexenio de Enrique Alfaro.
La nueva administración heredó un panorama de seguridad complejo, donde el CJNG busca normalizar su capacidad para extorsionar, infiltrar instituciones y enfrentarse al Estado en muchas áreas frente a lo cual Lemus no solo lucha contra capos sino por la gobernabilidad en municipios clave que ya operan bajo una economía paralela controlada por el CJNG desde la extorsión a negocios hasta el control de las drogas que encuentra su línea de expansión en la Zona Metropolitana de Guadalajara: Zapopan, Tlajomulco y Tlaquepaque usada como centro de mando y logística además de Ciénega y Altos Sur con un crecimiento exponencial en municipios como Ocotlán y Ayotlán, convertidos en corredores de alto riesgo para controlar rutas y enfrentar a cárteles rivales ubicados en Michoacán y Guanajuato, además de la Costa Sur y Sierra Occidental está última crucial para el trasiego de precursores químicos importados y distribuidas en Puerto Vallarta y otros puntos clave de logística, afectando la inversión y el turismo. También son visibles en el Sur y Sureste con relieve en Tamazula y Tuxpan para asegurar fronteras con Colima y Michoacán, vital para la producción de narcóticos y acceso al Pacífico.
La presencia del cártel en estos municipios se manifiesta tanto en violencia directa como en la cooptación de autoridades locales y la imposición de «impuestos» en prácticamente toda la actividad económica.
Por: Federico La Mont
Domo de Cristal
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