
Sonora Power por Demian Duarte
Lo que en el papel debería ser una gran fiesta de la cuarta transformación en Sonora, que en efecto tiene cosas que conmemorar como el cuarto año de su llegada al poder en la entidad, se ha convertido en un concierto de incredulidad.
La llegada de Manuel Ignacio Acosta “Maloro” a la esfera de la coalición que integra al grupo en el poder, en este caso como coordinador de elecciones del Partido Verde Ecologista de México para la primera circunscripción electoral (que suma a Sonora, Baja California Sur, Baja California, Sinaloa, Nayarit, Chihuahua, Durango y Jalisco) y donde hará las veces literalmente de jefe de las negociaciones para crear alianzas y sobre todo poner candidatos, es lo que pudiéramos llamara la mosca en la sopa, por no decirlo peor.
Cualquiera podrá decir que en el PVEM la dirigencia toma las decisiones y que ese partido en todo caso es autónomo de Morena y la 4T, pero nadie le va creer.
En el PVEM hay diputados a préstamo, senadores a préstamo y un gobernador que quiere dejar como herencia el cargo a su esposa. Pero la verdad es que la fuerza y cualquier razón que se pueda dar de esa franquicia política tiene a Morena como su verdadero motor.
Siendo claros, el Partido Verde no tendría ni una regiduría, de no ser porque se mueve a la sombra de Morena, su utilidad práctica es ser un artilugio en la Cámara de Diputados y el Senado para lograr las mayorías calificadas sin que haya sobre representación, su otra utilidad es que en su nombre se cometen excesos, barbaridades y sumas de perfiles que no encajan, no tienen nada que ver o que incluso fueron abiertamente la oposición, alegando la supuesta autonomía del mando de Morena y sus dirigentes.
Es decir, se nos dice que ni Luisa María Alcalde la presidenta del partido, ni Alfonso Durazo Montaño el presidente del Consejo Político Nacional, ni la misma presidenta Claudia Sheinbuam Pardo, portadora del bastón de mando del movimiento, tienen autoridad suficiente para meter en cintura a los dirigentes del PVEM, que ahora salieron con esa historia de éxito y resiliencia en donde el muy desprestigiado exalcalde de Hermosillo, señalado de desvío de recursos y corrupción, ahora fue reciclado del PRI y cómo es tan bueno, sirve para seguir construyendo el segundo piso de la transformación.
Y seguramente en el Partido Verde hasta lo creen, sin embargo esta adición debe ser el exceso que colme el vaso y a estas alturas si en Morena no están pensando en romper la lógica de la alianza electoral con ese partido rémora, que solo representa el 2% de los votos, pues honestamente no entiendo a que juego político se dedican.
Antes de Maloro se le perdonó la vida y se le dio un consulado y ahora embajada en Panamá a la ex gobernadora Claudia Pavlovich, también se sumó a su ex secretario de gobierno, Miguel Pompa Corella como asesor de la bancada morenista en el Senado, en el tema de la elección judicial y ahora en la reforma política.
No son los únicos, en Sonora hay un montón de personajes de conocida y reciente militancia en el PRI y el PAN, que ahora te dicen camarada o compañero y son más chairos y pro 4T, que el más probado militante de la izquierda.
Tiendo a pensar que nos han engañado y que en el pasado se señaló a estos personajes de ser todo lo malo, incluso peor que eso, que podría haber en la política, para luego enterarnos que todos ellos gozan de mejores posiciones políticas que la militancia que históricamente se rompió el lomo para construir a la 4T.
Eso no se vale.
Correspondencia a demiandu1@me.com | En X @Demiandu #SonoraPower
Domo de Cristal
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